
‘Sufría de desórdenes de la personalidad, era bipolar. No quiero atraer ese tipo de energía negativa a mi vida’ afirmó Megan Fox quien antes se había considerado admiradora de la actriz, considerada un icono hollywoodense.
Así mismo, Megan Fox confesó que padece de un ‘trastorno límite de personalidad’ o ‘ataques de esquizofrenia leve’ que le ‘avisa que no debo dejar que la industria del cine me trate tan mal que me rompa’.