
Demi Lovato no sólo estuvo ingresada en una clínica por su “crisis nerviosa” o “trastornos alimenticios”. Sino que también arrastraba nuerosas adicciones a sustancias estupefacientes como la cocaína.
“Salía al escenario delante de decenas de miles de personas y a los cinco minutos estaba totalmente sola en mi habitación de hotel. En ese momento me venía abajo, por lo que buscaba algo que me permitiera recuperar esa sensación en todo momento, seguir arriba”.
También reconoció lo sencillo que resultaba encontrar todo tipo de drogas. “Los promotores me daban drogas, tanto en restaurantes como pubs, no ponían ningún problema a ello”.
Según apunta, “lo hacían para que volviera a esos sitios, me besaban el culo”.
Para finalizar, deja claro que “ser famosa puede ser muy peligroso”.